El alcalde de Manacor Miquel Oliver Gomila está entre dos problemas y con la espalda en la pared. Por un lado lo de la Cogobernanza es un cuento chino y viene Sanidad unilateralmente como un elefante en una cacharrería, sin anestesia y te obligan medidas que son de cumplimientos preceptivo e ineludible, sin comerlas ni beberlas, y por otro lado están los afectados de tu ciudad que reclaman cambios sustanciosos para evitar la quiebra de las empresas, sobre todo en los bares y restaurantes. Están mejorando los datos en Manacor pero mientras la restauración cumple todo a rajatabla, Sanidad, y la Delegación del Gobierno se olvidaron de un operativo policial necesario.

Decía ayer un destacado militante de la izquierda: “Ahí donde voy. Poner un responsable covid en cada bar y restaurante que vele porque se cumplan las medidas. Pero no los cierres. Deja que se reabra (poco a poco) 30% en interior y vamos viendo. En el mundo del deporte en cada club hay un responsable covid que hace que las normas se cumplan. No toda la culpa es de los bares. Que se cumplan bien los protocolos sanitarios, cierto, y dejar que la economía siga. Porque detrás de la restauración hay otras miles de personas que viven de eso. No paremos más la economía y cumplamos las normas. Lo más fácil es cerrar y que nos hundamos todos”.

Los empresarios de bares y restaurantes quieren nuevamente demostrar su enfado y se concentrarán mañana lunes día 9 a las 20:00 horas (después de cerrar lo poco que queda de sus negocios) en la plaza de Sa Bassa. Una movilización silenciosa dirigida al Govern balear y Sanidad que son quienes imponen las medidas. Solicitan replantear en serio el cierre perimetral y dejar de estigmatizar a Manacor, porque la ausencia de clientes y visitas de los residentes de Sant Llorenç, Felanitx, Vilafranca, Son Servera, Petra, Capdepera, Artà, Campos, María, etc está terminando con la mayoría de negocios de la capital del Llevant. La comarca es un mercado muy importante.

Una militante socialista me mandó una carta a nuestra redacción y nos decía, “no entiende como se toman medidas de perimetrar una capital de comarca y se dejan las tareas de control policial a los agentes municipales, cuando todo el mundo sabe que tenemos una plantilla muy justa. Querer cubrir las salidas y entradas de todo el perímetro de Manacor en dirección Felanitx, Porto Cristo, Son Carrió, el Llevant, Palma, zonas rústicas, Calas de Mallorca/Son Forteza, se necesita un ejército completo. Que nadie culpe al Ayuntamiento de Manacor, ellos están haciendo lo que pueden y sufriendo mucho con ciertas improvisaciones de Salud”.

Un propietario de un bar nos pedía, “para cuando una Editorial de esta web donde ellos fuesen los protagonistas. Si tienes terraza te puedes defender un poco, el frío nos está matando y el aire de estos días es la estocada. Cerrar tan pronto se corta las piernas y prohibir actividades dentro aunque exista ventilación COVID-19 y encuentros burbuja de la misma familia, una desconsideración. Vemos la preocupación del batle y que está atado por todos los lados, pero debe sacar el genio por su pueblo y dar un golpe encima de la mesa, no podemos más, ni un día, solo faltaría que esta situación se prolongue hasta finales de mes, yo le llevaré las llaves de mi local a la Armengol, si cierran y te impiden trabajar que den ayudas al acto, ese mismo día”.

El eterno conflicto, Sanidad y Economía. En Alemania lo saben y cuando cierran los negocios les garantizan poder vivir y pagar sus impuestos mientras duran las medidas. Aquí te prohíben una actividad contemplada en la Constitución y te mandan a casa sin más explicaciones. Sabemos que el Ayuntamiento de Manacor está ayudando con una web nueva a divulgar todos los bares y restaurantes para que soliciten comidas para llevar y que pronto tendrán una subvención para paliar las pérdidas. Pero la Corporación llega hasta donde puede, la caja es limitada. Quién manda paga y en este caso es el Govern, Salud, Delegación del Gobierno. Ellos están al mando. Rafael Gabaldón San Miguel.